La historia prohibida del yerno de Porfirio Díaz

El Baile de los 41: crítica a la heteronormatividad

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La nueva película de David Pablos (director de La Vida Después y Las Elegidas) se inspira en un hecho histórico mexicano para encontrar cómo la política y las normas sociales existían, y existen, para restringir al ser humano. Muestra de la constante misoginia y homofobia persistente en México es que durante el estreno de la película, varios pósteres fueron vandalizados como un acto en contra de la misma, cosa que fue criticada por el mismo director. 

Esta obra, estrenada el 19 de noviembre de 2020, nos muestra la historia de Ignacio de La Torre y Mier (Alfonso Herrera), un diputado que se casa con la hija de Porfirio Díaz, Amada (Mabel Cadena), y que muestra un lado masculino y dominante a la sociedad, pero que por las noches asiste a un club secreto de hombres homosexuales. Su vida comienza a tambalearse cuando conoce a un adorable muchacho: Evaristo Rivas (Emiliano Zurita), y decide iniciarlo en su club pasando por alto las normas de este. 

La actitud de Ignacio es demasiado confianzuda en su propia estima social y poder político, creyendo que estos son suficientes para poder romper las reglas y proteger aquello que pretende, sin embargo, la película no escatima en demostrar que está equivocado, y que la esperenza muere al último, con todo lo demás. 

"El Baile de los 41" es una obra que profundiza en grandeza las cualidades y peculiaridades de sus personajes, siendo realista, sin caricaturizar conductas que caerían en la ignorancia, ni dejando de lado el trasfondo de las demás relaciones que existen en el filme, como el conflictivo matrimonio de Ignacio con Amada. 

En esta parte, se deja en claro que forzar a dos personas a estar juntas bajo una regla de matrimonio tan encasillada como la del siglo XIX, y encima, que no compartan orientación sexual genera sentimientos de odio por el otro, llegando a extremos de violencia.





Esta película visualiza aspectos de la sociedad que muchos pasamos por alto porque somos la regla, lo común, aquello que se considera normal. La identidad sexual es un tema del que se puede filosofar amplio y tendido, pero que al final, tomar consciencia de que esta no sognifica un cambio en tus capacidades intelectuales, morales o físicas es lo que más importa, no desvirtualiza tu persona ni te hace malo o bueno, no daña a nadie y sobretodo, es algo que te hace diferente y tienes que sentir orgullo por eso.